Por Andrés Monroy Gómez
@AndresMonroyG
Los medios de comunicación reportaron el 5 de julio el incremento de las amenazas contra periodistas en Colombia. Así lo señala la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), organización que afirma que durante el primer semestre de 2011 se presentaron 57 amenazas, mientras que el total del año 2010 fue de 49 (1).Los comentarios a las declaraciones hechas por Andrés Morales, director ejecutivo de la FLIP a un medio de comunicación (escuche el audio al final de este artículo), demuestran el alto grado de intolerancia y desconocimiento de algunos sectores de la sociedad colombiana sobre el derecho a la información (2).
“Los periodistas hay que amenazarlos cuando empiesan a hablar mas de la cuenta” (sic).
Después de leer esto, se evidencia la necesidad de concientizar a los colombianos sobre la importancia de la información en una sociedad democrática, donde la pluralidad de opiniones es vital para construir un verdadero Estado Social de Derecho.
El comentario de un lector no define el comportamiento de la sociedad entera, pero debe encender las alarmas sobre posturas que vienen incubándose desde hace varios años, muchas veces motivadas por las agresiones y estigmatizaciones provenientes de los gobernantes y otras, por los vetos armados impuestos por ejércitos legales e ilegales.
La mayor debilidad de un periodista en riesgo es que la sociedad a la que informa no lo respalde.
"El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada". Principio No. 9 Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión. Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
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